ABURRIMIENTO EN CLASE: UN PROBLEMA QUE NO ES NUEVO.

02.08.2023

¿Cómo interesar a  niños y  jóvenes en el estudio? 


Cuando una persona curiosa carece de respuestas para una pregunta cualquiera, su imaginación se activa inmediatamente. Ese es el primer paso hacia la creatividad. En ese momento se inicia un proceso donde la persona imagina problemas y soluciones, da respuestas posibles, investiga y hace pruebas y ¿tal vez termine creando o descubriendo algo que nadie había imaginado antes?

Los antiguos filósofos de Grecia ya sabían eso y tenían métodos de enseñanza basados solamente en responder a las preguntas de los discípulos. Muchas veces las clases eran dadas al aire libre, para estimular la curiosidad relativa a la Naturaleza. Otras veces, el maestro proponía alguna incógnita a ser resuelta y los discípulos eran motivados a preguntar. Es interesante saber que no había problemas de mala conducta ni aburrimiento en clase.

La pedagogía moderna es consciente de un gran problema. 

Si es verdad que el impulso de aprender es distintivo del ser humano, ¿por qué é tan trabajoso interesar a los niños y los jóvenes en el estudio? Muchos pedagogos atribuyen este problema a la falta de incentivo para la creatividad. Algunos creen que las estructuras actuales de la enseñanza estropean el instinto creativo ya desde la infancia. Afirman que las estructuras docentes imperantes en el mundo representan una forma casi dictatorial de enseñar. O sea, poco o nada es permitido por fuera de lo que el profesor y el programa establecen que los niños y los jóvenes deben aprender e cómo deben aprenderlo.

La consecuencia es bien lógica. Los estudiantes sólo hallan importante pasar las pruebas con buena calificación, tomar nota en clase de todo lo que el profesor dice y leer los libros indicados. Se presupone que esta es la forma más eficiente de preparar a los futuros adultos para desempeñarse en el campo laboral e profesional.

Un caso extremo de esta tendencia es la enseñanza organizada según la ley del mercado. Tenemos que estudiar sólo lo que el mercado pide o, en caso contrario, hay riesgo de quedar desempleado. En consecuencia, el vuelo libre de la curiosidad y la a creatividad se consideran una pérdida de tiempo.

Mi actividad docente en la música me permite comprobar frecuentemente la consecuencia directa del enfoque predominante en otras áreas de la enseñanza. Cuando hablamos de arte, las cosas empeoran porque es una de las actividades donde la creatividad es más exigida. Entonces, alumnos ya sometidos a formas de enseñanza de base utilitaria son capaces de aprender, por ejemplo, las escalas perfectamente y podrían pasar una prueba teórica sin dificultades. Otros, mientras tanto, tal vez menos adaptados, preguntan cuál fue el origen de las escalas y de ahí se interesan en saber la historia; después preguntan si esas escalas son las únicas posibles de hacer, etc. He visto personalmente que estos últimos no demoran mucho en descubrir nuevas combinaciones de sonidos y hasta en componer música. Al poco tiempo, quedan mucho más adelantados que los primeros.